Antonio Salas es el pseudónimo de un periodista de investigación español, que debido a su profesión se ve obligado a mantener en secreto su identidad. Sus libros, a pesar de haber sido en ocasiones acusados de no poseer información verificable por los afectados por sus investigaciones (nazis, traficantes de seres humanos, organizaciones terroristas, etc), han servido como base documental en varios juicios, de los cuales el más sonado fue el de la organización neonazi Hammerskin España, pues ha sido amenazado de muerte en muchas ocasiones,jugándose la vida con sus investigaciones. Con bastante dificultad pero con perseverancia, pudimos lograr que nos concediera una entrevista, en concreto sobre el mundo ultra y sus actitudes sexistas, pues podemos sacar información relevante gracias a su infiltración en el mundo ultra, en concreto en el grupo Ultras Sur, la antigua grada radical del Real Madrid.
Pregunta: ¿Cómo llega un hombre a entrar en una grada ultra?, ¿y una mujer? Señale las diferencias.
Respuesta: Cualquier persona puede entrar en una grada ultra. Normalmente solo tiene que afiliarse a la peña y pagar las cuotas, pero en los grupos ultras en que hay una ideología política detrás, de ultra izquierda o extrema derecha, las mujeres tienen unas inquietudes distintas.
P: ¿Nota diferencias significantes entre el ultra masculino y el ultra femenino?
R: Ambos son igual de violentos, pero existe más violencia masculina documentada. De hecho hay varios varones condenados por crímenes de odio, pero ninguna mujer.
P: ¿Qué le diría a una mujer que quiere adentrarse en el mundo ultra?
R: Lo mismo que a un hombre, que intenten leer “Diario de un skin” para saber donde se van a meter, porque solo serán peleles de intereses económicos y políticos.
P: ¿Qué opina de que en países como Irán hasta abril de 2006 las mujeres no pudieran acceder a los estadios y, aun así, debieran estar separadas de los hombres?, ¿Cree que hay muchas diferencias con España y su movimiento ultra?
R: En este caso no tiene que ver con el deporte sino con una forma retrógada de entender el Islam en Irán, desde la caída del Sha. En ese sentido si es muy diferente.
P: ¿Piensa que la mujer tiene un papel relevante en todos los ámbitos del mundo ultra?
R: No. El machismo que todavía impera en la sociedad también se manifiesta en el mundo ultra. La inmensa mayoría de las peñas están lideradas por varones.
P: ¿Piensa que la ideología política afecta en el comportamiento de los ultras ambos sexos?
R: Por supuesto. En mi libro incluyo una entrevista muy reveladora a las chicas de Edelweis, un grupo skingirl, donde argumentaban que su principal lucha ideológica es contra los homosexuales, los matrimonios interraciales y el aborto. Las tres causas, según ellas, de que cada vez nazcan menos niños blancos. Y esas ideas lógicamente se politizan en las gradas.
P: En su experiencia como infiltrado en el movimiento, ¿ha sentido alguna vez que se infravalora a la mujer en primera persona?, ¿De qué manera?
R: En el mundo skin hay muchísima mayor presencia masculina que femenina. Y por supuesto infravalorada. Casos como el de Melisa Domínguez, liderando el Hogar Social Madrid, tan cercano a ultrassur, son una excepción.
P: ¿A qué piensa que se debe el hecho de que cuando los resultados deportivos son negativos las tasas de violencia de género aumentan?
R: Supongo que los hombres cobardes y miserables, sin valor para enfrentarse a otros hombres, pagan su frustración con sus mujeres. Pero eso se puede aplicar a todos los ámbitos sociales, no solo al futbol.
P: ¿Piensa que una buena solución contra el sexismo de la sociedad actual sería empezar por erradicar este fenómeno del fútbol?
R: Sí, por pura higiene social.
P: Tras una entrevista realizada a una mujer ultra he llegado a la conclusión de que la mayoría de mujeres hacen de “topo” entre los ultras. ¿Cree que se debe a un hecho de presión y necesidad de adaptación impuesta por parte de los hombres?
R: La sensación que me trasmitieron las ultras de ideología nacional socialista es que pretendían mantener los antiguos valores tradicionales del III Reich: la mujer como madre y esposa. Pero en el siglo XXI eso ya no tiene sentido. El futuro es de la mujer. Son más inteligentes, hay muchas más estudiantes universitarias y en la próxima generación estarán en los puestos de liderazgo. Y seguramente también en el mundo Ultra. El caso de Marisa Domínguez quizás sea una premonición.
Escrito por: Miguel Ángel Torres Mariner Twitter: (@vcfmiguel)
Imagen principal vía: Tristán Ulloa haciendo de Antonio Salas en la versión cinematográfica de «Diario de un Skin».
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